Los selladores son una medida preventiva clave, especialmente para niños y adolescentes. Consisten en una fina capa de resina que se aplica sobre las superficies de masticación de los molares, rellenando los surcos y fisuras donde las bacterias y restos de comida tienden a acumularse. Es un procedimiento rápido, indoloro y muy eficaz para reducir el riesgo de caries.